Periodista Serial

ELIBETH. EDUARDO

Una vez advertido que este no es un blog con efectos especiales, vayamos a algunas otras definiciones… para que quienes se posen por aquí no confundan la dispersión con la locura… por más que se parezcan.

Me gustan los seriales: las zagas, ya sean literarias, del cine o la televisión; las series… preferiblemente las que no son folletines (es decir, un capítulo no comienza donde termina el otro… como las telenovelas); y los trabajos periodistícos que se entregan por capítulo, incluyendo al mismísimo periodismo de opinión.

Hay, por supuesto, excepciones: Dios me libre de los asesinos seriales… los villanos más terribles de la historia de la humanidad, junto con los tiranos hipócritas que sea atornillan del poder en nombre de Dios, del pueblo o de cualquier otra ideología.

Tampoco prefiero a los monógamos seriales (que tienen una relación por vez… pero de corta duración) pues, a decir verdad, por más honestos que resulten me parecen más «estables» aquellos casanovas impenitentes que se entretienen en la diversidad.

Y no es porque comparta su tendencia: creo en la fidelidad, aunque no me quepa duda de que jamás en mi vida tendré un hombre fiel… porque me asustan y (lo debo reconocer) me resultan menos sexys que los sinverguenzas a todo correr.

LUEGO DE LA LIGERA DISPERSIÓN
Pero, volvamos al principio: me gustan las series… y las cosas seriadas.

Y, aunque un blog no es una novela, para no aburrirme (sería terrible que lo hiciera y dejará mi palabra colgando como si nada valiera) he decidido hacer un blog por secciones, como si fuera una revista.

Para confundir – emoción que siempre resulta divertida – denominaré a mis «secciones» SERIES, lo cual me permitirá saltar de la actulidad a la futilidad y el fashion, reservando algunas contadas ocasiones para hablar de feminidad, virilidad o sexo, según el humor que me mueva en ese momento.

Con ello espero que, quienes detesten cuando me pongo hormonal, al ver que la serie es «Sólo para chicas», «Pijamada» o cualquier otro nombre (cursi o no) que se me ocurra para la ocasión, tengan la opción de decir «paso» y busquen en otro lado temas mejores.

Eso me permitirá escribir de trabajo, de empresas, política y… películas, por ejemplo, tanto como se me antoje y en cualquier momento.

No me sentiré ni forzada ni obligada a escribir aquí sino que será un completo divertimento que me permitirá – de nuevo – vivir el placer de escribir por el sólo hecho de hacerlo.

Sólo por ello, demos gracias a los blogs… Ya veremos cuántas series se me ocurren porque – que duda cabe – ni pensarlo mucho ni ponerme límites están en mi intención.

Terminadas las definiciones (creo) vamos a la fase de las sorpresas.

Se escuchan sugerencias y se toman apuestas

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